Tener una buena postura de espalda no solo te ayuda a prevenir lesiones y molestias frecuentes, sino también, te da mayor autoconfianza y favorece tu aspecto físico
Por HotSweetHome
@hotsweethome_
Cuando una persona se encuentra erguida, es decir, que está de pie o tiene la columna vertebral recta y la cabeza elevada, no es por querer exaltar sus atributos para verse bien, y exagerar la postura, sino porque es consciente de que debe garantizar la salud de su espalda y una buena circulación de la sangre. A continuación, te enseñamos algunos ejercicios que puedes realizar en casa para mejorar tu postura y no vivir jorobado por siempre.
Comienza con un calentamiento
Extiende el cuerpo acostándote boca arriba y estira los brazos por detrás de tu cabeza. Luego, dobla las rodillas y levanta el pecho. Vuelve a la posición inicial y repite esto varias veces.
Estira los músculos de la espalda
Toma tus dos piernas con las manos colocadas debajo de las rodillas y mueve tus caderas en dirección al pecho. Levanta tu cabeza y lleva la barbilla hacia las rodillas. Esta posición deberás mantenerla de 25 a 30 segundos.
En la pared
Ubícate en una pared y apoya desde los pies hasta la cabeza, manteniendo la espalda erguida, es decir, derecha. Abre tus brazos de lado y lado, pegados a la pared, deslizándolos hacia arriba, y dejándolos en paralelos, sin arquear la espalda mientras realizas el movimiento. Si no te resulta fácil realizar el ejercicio de esta forma, puedes separar un poco los pies de la pared. Esto repítelo 8 veces en 3 sesiones.
Elevación de brazos
Consigue un banco donde puedas reposar tu pecho, si no tienes uno, puedes hacerlo también, colocándote boca abajo en el suelo. Estira tus brazos hacia delante en dirección a tu cabeza y forma una Y con ellos, con la espalda recta. Realiza esto 8 veces por 3 sets.
Otros ejercicios
- Extiende los brazos hacia delante y luego hacia arriba, y al mismo tiempo despega los talones del suelo, quedándote en punta de pie. Desciende los brazos lentamente por los costados de tu cuerpo, y, finalmente, apoya los pies en el suelo para culminar como al principio del ejercicio.
- De rodillas con las manos detrás de la cabeza, tal cual como cuando dicen los policías: «manos sobre la cabeza», inclina el tronco hacia delante y mantén la espalda derecha. Con el torso inclinado, lleva los codos y la cabeza hacia atrás, con el fin de volver a la posición inicial. No olvides, con la espalda enderezada, por supuesto.
- Siéntate en el suelo, e inclina las rodillas con los pies, apoyados justo en frente de tu cuerpo. Luego, lleva tu torso hacia delante y extiende los dos brazos hacia el frente. Sin mover el tronco, lleva los brazos hacia arriba y luego regresa a la posición inicial. Repite esto las veces que quieras.
- De pie con el torso un poco inclinado hacia delante, extiende los brazos a los lados del cuerpo, ubicados a la altura de los hombros, con las manos abiertas mirando al cielo. Realiza movimientos con los brazos en forma de círculo, comenzando con las manos. Repite esto todas las veces que desees.
