El hombre no es tan perfeccionista o cuidadoso como lo es la mujer en los tratamientos faciales para cuidar del rostro.Sin embargo, algunos son totalmente estrictos con los productos a comprar de skincare para lucir y presentar un cutis fresco, limpio, descansado y con brillo.
Por HotSweetHome
@hotsweethome_
En general, no escapamos de alguna reacción alérgica que nos puede proporcionar un producto, pero si debemos mantener un cuidado único y esencial según las necesidades que requiera tu tipo de piel.
Estos son algunos errores que debes evitar para no parecer poco atractivo:
Colocarse cualquier crema
Cada producto facial cumple una función diferente en la piel, es importante conocer qué tipo de piel posees para obtener un producto beneficioso y efectivo. Es lógico que las necesidades que requiere una piel grasa no sean efectivas para una piel seca. Consulta un dermatólogo y obtén la información inmediata de los productos que puedes utilizar si tu piel es mixta, grasosa, seca, propensa al brote de acné o alérgica a algún tratamiento.
Concluir el skincare con el contorno de ojos
Hay que saber muy bien los pasos a seguir para aplicar los productos en el cutis. El contorno de ojos se aplica con movimientos circulares alrededor de los ojos, tienen fórmulas específicas para ser aplicadas solamente en el aérea periocular. Durante la rutina, este producto se debe aplicar antes de colocar cualquier crema humectante o mascarilla para no disminuir la penetración efectiva del contorno.
No olvides el cuello
En muy pocas oportunidades le damos importancia al cuello y logramos lucir una piel diferente. Recordemos que esta zona del cuerpo posee muy pocas glándulas sebáceas y un límite de colágeno, lo que favorece la aparición de arrugas. Extiende tu limpieza para no lucir un rostro pulido y un cuello caído.
Exponerse al sol
El sol es nuestro rival para el cuidado facial. La cara al recibir radiación sufre consecuencias muy fuertes. Sin embargo, para nuestra piel, el sol es vital porque nos proporciona vitaminada D, pero hay que saber exponerse de manera limitada ante él. Es necesario sumarle a tu rutina de skincare un protector solar para cuidar más de ti.
No tener una rutina nocturna
La limpieza facial de noche es la más importante para el rostro. Pasamos todo un día expuestos a la calle, al sol, al aire y solemos acumular partículas tóxicas, sudor, grasa y hay que limpiar para remover las células muertas que nos quedan impregnadas en la dermis, y seguidamente, proceder a utilizar mascarillas o tónicos que ayudan a incrementar los resultados del cuidado.
Bañarse con agua extremadamente caliente
Aunque a veces queremos sentir caliente el agua para relajarnos y sentir que estamos en un spa, se olvida el límite de la temperatura y abusamos del agua a más de 37 grados, sin saber lo dañino que puede ser. El agua extremadamente caliente elimina los aceites naturales de la piel, acelera la deshidratación y procura el envejecimiento prematuro, a diferencia del agua fría que mejora la circulación sanguínea y ayuda a cerrar los poros.
La mejor opción es que el agua este a una temperatura de 25 a 30 grados.
Peinar el cabello recién mojado
Cuando el cabello esta húmedo o mojado tiende a ser más frágil y peinarlo en esas condiciones no es la mejor opción, cepillarse el cabello recién bañado acelera la caída y favorece una rotura rápida. Lo ideal es desenredarse o peinarlo cuando esté totalmente seco.
Arrastrar la toalla
Esta es la forma común de limpiar tanto la cara como el cuerpo, y la más negativa para nuestra piel. Con el pasar del tiempo, arrastrar la toalla provoca microagresiones inflamatorias que dañan las fibras de elastina. Para evitar ciertas lesiones, lo ideal es presionar suavemente con toquecitos leves en las aéreas mojadas hasta secar por completo.
Tu piel te agradecerá el cuidado perfecto que le ofrecerás después de adquirir los productos que efectivamente requiere.