Una hora de risas y anécdotas fue poco tiempo para disfrutar de las respuestas de un artista que si algo le sobra en esta vida, definitivamente es flow y sex appeal
Por Aleska Franco
@aleskafranco
Pedro Pérez, mejor conocido como Budú, es uno de esos hombres que transmiten. Conversar con él fue conocer un mundo del que no todos se atreven a hablar tan abiertamente, pero que visto desde su perspectiva, nos seduce a conocer y experimentar las miles de posibilidades y oportunidades que existen para el placer y el disfrute en pareja.
Su objetivo, enseñar a los hombres, y a nosotras las mujeres, con o sin intención, atraernos hacia él. Indudablemente, su talento, experiencias, cada tatuaje y hasta ese color de piel son su gancho.
P: ¿Cuéntanos sobre “Budú habla de sexo”?
Siempre he tenido la suerte de ganarme la confianza de las mujeres para hablar de este tema. Ahorita en cuarentena, quise hacer unos lives porque me pareció que era algo distinto, picante y tenía mucho entretenimiento, por eso tomé la decisión de hacerlo y para educar, sobre todo, a los hombres.
Las mujeres siempre me dicen que haga programas con los hombres, pero lo que pasa es que yo quiero dar un mensaje a todos los que siempre tratan mal a las damas y las subestiman. El caballero a veces quiere saber más que los demás, más que todo el mundo, entonces es bueno de vez en cuando unas confesiones de ellas para nosotros, para aprender un poco más.
P: ¿Qué hace que todas las chicas se destapen contigo y se sientan en confianza?
R: Hay algo que mucha gente no sabe y es que fui criado solo por mujeres. Mi mamá, mis hermanas, las amigas de mis hermanas, entonces en mi entorno siempre ha habido féminas.
Sé cómo hablar con una mujer, sé respetar a una mujer, sé cómo entrarle, no soy un baboso, no soy un falta de respeto, siempre a mi manera, sin forzarla.
Creo que soy demasiado real, o no sé si real, pero les transmito comodidad, confianza y me imagino que es por eso, porque fui criado por mujeres. No me siento bien siendo baboso y por eso creo que las chicas se destapan conmigo. Ha sido muy extraño cuando una mujer me tiene desconfianza y eso me parece fino, porque se entregan, se abren y me cuentan todo, que más bien a veces tengo que decirle “ya para”.
P: ¿Qué tan intimidante ha sido entrevistar a todas esas bombas sexys?
R: Siempre me intimidan porque cada mujer es distinta. Por ejemplo, en los programas que hice de la primera temporada, cada una tenía su personalidad, sus mañas, su manera de hacer sexo, sus anécdotas, todo diferente.
Cuando me dicen si alguna estuvo mejor que la otra, yo les digo que no se trata de quien es mejor o peor, es ahí donde está el detalle y el objetivo del programa. Se trata de aprender de cada una, ellas no son iguales, por eso el hombre tiene que estudiarlas y conocerlas.
Cada una de ellas me daba una confesión que me ponía nervioso, durante los programas sudaba y era porque ellas se sentían como pez en el agua. Me decían todo, me contestaban todo, y por más que yo sepa la respuesta o me lo imagine, nunca me voy a sentir que yo me las sé todas, ni nada por el estilo, yo me considero un alumno más y por eso si me siento intimidado.
Definitivamente, una mujer me intimida y más cuando me gusta.
P: ¿Cuál es tu entrevista favorita?
R: Es muy comprometedor porque cada una tiene su personalidad y su manera, pero la que me gustó más o con la que mejor fluí fue con DeiLove, una de las primeras chicas. No sé, me encantó. Además que la chama me dijo que comenzó a practicar la masturbación a los 6 años, y a mí eso me marcó.
Yo sé que a todo el mundo le encantó Shanny Lam, todo por el morbo de la china. Obviamente es un símbolo sexual, y como la ven chinita, calladita, nunca la habían escuchado hablar, sobre todo los hombres, sienten mucho morbo.
Pero con DeiLove fluyó burda, es una chama súper buena onda, muy linda, muy pana. De igual forma todas tienen lo suyo.
P: ¿Cuál ha sido la chica más difícil de entrevistar?
R: Para mí la que me pareció más difícil de entrevistar fue Deliza Rodríguez. Aunque ella fue mi pareja hace muchos años, fue un poco incómodo hablar sobre eso porque hoy en día tiene pareja y eso se me hizo raro.
Deliza es muy distinta a todas, y los espectadores del programa se chocaron porque ella vende mucha pornografía y sexo, pero resulta que Deliza no es lo que vende. Prácticamente no hace nada, y se me hizo muy difícil porque la gente en ese momento estaba molesta, la insultaban, hablaban mal y decían “qué decepción”, pero es lo que digo, no es una decepción, es una mujer distinta a las demás. No la pueden juzgar.
Tener una pareja como ella es cuestión de amoldarla a ti. Ella podrá ser lo que sea, pero uno como hombre, caballero e inteligente, tiene que tratar de llevarla, por lo menos mientras estén juntos. Pero sí, Deliza me pareció la más difícil y un poco incómoda.
P: ¿Quién te está apoyando en este proyecto?
R: Tengo un equipo bien chévere trabajando para este proyecto desde Bogotá, donde está la oficina de mi manager.
Es un personal que se encarga de contactar a las chicas y de manejar la otra cuenta que se llama “El Show de Budú”. Además tengo un diseñador desde Argentina, quien es el que hace los diseños de los flyer de las chicas, musicalizamos, etc.
“Budú habla de sexo” lo queremos llevar a otras plataformas, no sé si a la televisión venezolana, pero estamos en negociación para un nivel más arriba, porque obviamente Instagram te limita a muchas cosas, sobre todo a las chicas a hablar bien de sexo.
Entonces, queremos ese medio en donde ellas puedan soltarse más, para que las entrevistas puedan ser más picantes.

P: ¿De dónde surge el fetiche por los pies?
R: El fetiche por los pies comenzó por mi madre, que Dios la tenga en su santa gloria. Mi mamá fue manicurista y pedicurista, y ella siempre arreglaba a sus amigas del barrio y yo la ayudaba. Siempre estaba ahí y me atraían las que tenían los pies bonitos, pero había una en particular que me encantaba porque los tenía muy característicos. Lo que me gustaba de ella era que se le marcaban las venas.
Hay un huesito que se les forman, sobre todo a las que son delgadas, y eso me llamaba mucho la atención, aunque era un chamito como de seis o siete años.
Con el transcurso del tiempo, que fui creciendo, me di cuenta que siempre me fijaba en los pies de las mujeres, se los veía, se los detallaba, estos no me gustan, estos sí, y comencé a sentir erección cuando ya estaba más adulto. A muchos hombres les gustan los pies perfectos, pero yo soy más de los sensuales, es algo difícil de explicar, solo te puedo decir que me gustan los pies con las venas brotadas, eso me encanta.
P: ¿Además de los pies, qué es lo más te atrae de una mujer?
R: Las piernas y la cara. Pero, yo primero pido foto de los pies, esa es una carta de presentación. Nunca le voy a pedir una foto desnuda, eso jamás. Y si la jeva lo hace, le hago la cruz.
Soy intenso con las manos y los pies. Las manos las detallo en persona, pero los pies, “mándame foto para verlos”, eso para mí es lo mejor. Y si los tiene feos, ni para la esquina, aunque quede como un grosero y como un balurdo. Es como si me echaran un balde de agua fría, no la quiero ver más, eso me corta la nota, ya que para mí los pies van con el acto sexual y si no los tiene como me gustan, no habrá un buen sexo, ni un buen apetito sexual.
Eso es lo primordial, tener esas patas demasiado ricas, si no, olvídate de eso, soy demasiado maniático.
P: ¿Algún fetiche no confesado hasta ahora?
R: Las piernas. No hay unos buenos pies, sin unas buenas piernas, lo que pasa es que no lo digo porque van a decir, “este tipo lo que está es enfermo”, pero para mí son súper importantes.
No hablo de eso porque todos los hombres lo hacen, además de las tetas y del culo. Entonces, yo me enfoco más en lo que me tripeo que son unos pies. Pero sí, las piernas para mí, es increíble, al mismo nivel de los pies y todo.
P: ¿A nivel sexual, qué te falta experimentar?
R: Me falta experimentar muchísimo, quisiera cumplir más fantasías. Por ejemplo, me gustaría tener sexo con dos hermanas, tener a dos chicas en una relación y que vivamos juntos, obviamente no se va a dar, pero sí me encantaría.
En realidad tener a una pareja que le guste fantasear mucho, que sea mente abierta, me encanta eso, me fastidia la gente cerrada, que todo le da asco, que nada le parece.
P: ¿Qué consejos les das las personas?
R: Hace poco estuve hablando con una chama que me dijo, “tengo más de 10 años viviendo con el marido mío y ya estoy cansada del tipo. Ya sé cuándo me coge, cuando me va a agarrar, si cogemos en la cocina, en el baño, cómo me va a tocar, como acabo y ya eso me fastidia”. Fíjate tú lo que es tener que conocer bien a tu pareja, la chama con todo y que la hacen acabar está insatisfecha. Entonces yo le digo que después de cierto tiempo que está con su pareja, si no le meten picante a su relación eso se va a morir.
A las mujeres a cierta edad se les mete el demonio, comienzan a fantasear y la mente se les abre más y se ponen candela de los 35 años en adelante, y si el hombre que tienen al lado no les lleva el ritmo, lleva cacho.
Se lo digo a la gente, atrévanse, vacílatela con tu jeva, eso le mete mucho picante a la relación. Lástima que todavía existe el tabú y por eso la mujer vive frustrada, en un mundo fantaseando ella sola y su esposo todo cerrado dándole un sexo que no la complace.
Sabes qué es rico, que tu mujer esté buena y se lo hagas saber, que no la cohíbas. Déjala que se la buceen, que la vean, pero dile “eso es mío”. Esas vainas así hay que tenerlas, pero muchos no están preparados para este tipo de conversación.
Fíjate que a muchos tipos les encanta el beso negro, pero no hablan de eso, para que tú veas que hay muchas vainas locas en esto del sexo.
P: ¿Ana de Armas está buena?
R: No es que esté buena, porque para mí una jeva buena es caderona y tetona. Pero es una hembra, es una cubana súper bella. Ella te envuelve con sus ojos, se los ves y te olvidas de su cuerpo, se te olvida todo. La cara de esa chama es encantadora, es un fetiche.
P: ¿Cómo fue trabajar al lado de Robert De Niro, Rubén Blades, Usher y por supuesto, Edgar Ramírez?
R: Trabajar con todos ellos fue una escuela, aprendí mucho. Disciplina, construir un personaje, comportarme y mantener la distancia en un set.
Cada uno es un personaje distinto. Robert De Niro, me dio mucha enseñanza de humildad. De Edgar Ramírez, aprendí muchísimo. Con Usher hubo una gran química. En realidad con todos. Cada uno me dejó un grano de arena de enseñanzas y aprendizajes.
Pero si hago un resumen de la pregunta, la respuesta es disciplina. Fue lo máximo, la verdad.

P: ¿Nuevos proyectos?
R: Hay muchos, antes de la cuarentena tenía dos propuestas de Netflix, México y Colombia, ya estaban casi a concretar, obviamente iba por una de ellas, la más beneficiosa a nivel actoral, pero llegó la pandemia.
Ahorita estoy preparando un nuevo disco, pero con la música no se me ha hecho fácil, obviamente con la actuación tampoco, pero llegué a donde todos queremos llegar.
La música me ha costado más por este mundo del trap, y cuando sale un nuevo artista, le invierten 200.000$ y te pasa por encima, ya el talento aquí no se ve, sino el marketing, eso me ha afectado mucho, pero bueno como soy de la vieja escuela no dejo de hacer música. En mi canal de YouTube, que es “Budú original”, pueden entrar y ver toda la cantidad de trabajo que he hecho como solista y ahí también están los programas de “Háblame de Sexo con Budú”.
“Te lo digo a mi manera”, es un disco que estamos preparando. Vuelvo con la raíz del hip hop, aunque no abandono lo comercial. Este disco viene de la mano con un documental donde creo que voy a innovar en este sentido, porque casi nadie habla de sus productores y cuando hablan de ellos queda nada más el nombre, pero nadie sabe quiénes son. Quiero apoyar al talento venezolano poniendo mi grano.
Igualmente, hay un monólogo que se está escribiendo junto a la esposa de mi mánager, va a hablar sobre mi vida, lo voy a llevar a las tablas y también lo vamos a vender internacionalmente.
Por ahora sigo en Venezuela, trabajando, luchando, orando y cuidándome mucho, porque sé que tengo mucho camino por recorrer y necesito darle muchas más alegría a mi gente, a mi Venezuela, a mí, a mi familia y a mi madre que se la debo, se me fue sin darle esas grandes alegrías.
P: ¿Qué te falta por incursionar a nivel artístico?
R: Mantenerme en el cine internacional, el latino, el americano y hasta el europeo. No he llegado a Hollywood, todavía, yo hice una presentación. Egdar Ramírez sí está consagrado, pero yo aún no, para eso estamos trabajando y preparándonos, y que sea lo que Dios quiera.
De faltarme por hacer, creo que he hecho de todo. Por ahí hay una propuesta internacional de un programa de televisión, pero eso pronto lo sabrá todo el país.
Hay muchas cosas, pero lo mío es el cine. Yo hago música, pero ya soy un tipo de 45 años y tampoco es que voy a llegar a los 50 cantando hip hop, tengo que ser sincero y darme mi puesto, hay talentos nuevos a los que hay que ayudar. Quiero apoyar a mi hija que rapea durísimo, canta.
Pero sí me quiero meter de lleno en lo que es la televisión, con el cine y todo ese mundo en el que me desenvuelvo como pez en el agua y que sea lo que Dios quiera.
P: ¿Qué bebida no puede faltar en tu bar?
R: Anís con frigurt.
P: ¿Un disco de salsa imprescindible?
R: Disco Champagne de Eddy Palmieri.
P: ¿Un disco de hip hop imprescindible?
R: 36 Chambers de Wu-Tang Clan
P: ¿Cómo estás llevando la cuarentena?
R: Soy muy casero, solo salgo cuando tengo una presentación o cuando hago una entrevista, para ir al gimnasio o a la playa. De chamo siempre me ha gustado la casa y en ese sentido el encierro no me ha afectado. Obviamente, sí he caído en desesperación por no saber qué va a pasar con nuestras vidas y debe ser una pregunta que nos hacemos todos. De pronto caigo en depresión, pero otra vez me vuelvo a levantar y se acabó.
Cuando me pegó más fuerte fue cuando nos quitaron el DIRECTV, soy fanático número uno de las peleas UFC, de la NBA, de documentales en HBO y todavía no logro entender, no lo acepto, ni lo supero.
Ahorita estoy solo en casa, entreno, reviso mis redes, me pongo a interactuar con los seguidores y todo fluye. De resto, hago dinero trabajando desde mi casa y gracias a Dios no me puedo quejar.
Hay días en los que me pega durísimo, quiero llorar, no quiero saber de nada, además que yo soy géminis, tengo el lado guerrero, pa’lante, pero también el lado que vivo deprimido, que todo nos pega, está ese Budú que mucha gente no conoce. Pero me pongo a ver a los demás, observo que todos estamos en las mismas y seguimos. Estoy orando muchísimo.
Para cerrar nuestra entrevista, aquí les dejamos su última colaboración. Se trata de “Perico Macoña”, junto a Mauro Mosquera. ¡Disfrútenlo!